Una perra da a luz y el veterinario, al verla, le dice: "Esos no son cachorros"

Ser veterinario no es fácil. Se pasan el día cuidando de animales enfermos y heridos, y a menudo ven cosas que ninguna persona normal desearía ver. Sin embargo, de vez en cuando, los veterinarios ven cosas que dejarían perplejo incluso al más experto en su campo. Eso es lo que le ocurrió al Dr. Marcus Greene cuando conoció a Lola, una labrador retriever chocolate embarazada, y ayudó a dar a luz a sus cachorros sólo para descubrir algo extremadamente inusual.

La Sra. Thompson, su propietaria, llevó a Lola a la consulta del Dr. Greene. Estaba embarazada por primera vez y la Sra. Thompson estaba emocionada y nerviosa a la vez porque todo saliera bien. El Dr. Greene le aseguró que así sería.

Las mascotas suelen convertirse en parte de la familia, así que era natural que la Sra. Thompson se preocupara por el bienestar de Lola. La buena noticia es que su dueña la había llevado al lugar adecuado.

Los embarazos de las perras suelen durar unos 63 días, es decir, dos meses, por lo que la señora Thompson había pasado largas semanas esperando con impaciencia la llegada de los cachorros de Lola. Sin embargo, una vez que todo terminó, tanto ella como el Dr. Greene se quedarían sorprendidos por lo que encontraron.

El Dr. Greene ya conocía a Lola de antes, cuando su dueña la había llevado a una revisión unas semanas antes. Le encantó su carácter juguetón y alegre, rasgos típicos de los labradores. Sin embargo, cuando la Sra. Thompson la trajo esta vez, su humor era muy diferente.